¿Es bueno el castigo?

      Los castigos a los niños son muy variados y con distintos espacios: rincón del castigo, rincón de pensar, dormitorio, silla, el rincón del silencio....
      Es un tema complejo y personal, pero lo cierto es que al leer el siguiente artículo, por el cual escribo esta entrada,  me he sentido totalmente de acuerdo con él y como docente, siempre desde mi punto de vista y experiencia, corroboro que en muchas ocasiones no sirve de mucho. Hace tiempo que abandoné el rincón para pensar ó rincón del silencio.
      Es conveniente que analicemos por qué les castigamos, el por que entramos en ese juego de castigos, si lo hacemos por nosotros para quitárnoslos de encima ó realmente poque creemos en ello como algo bueno. 
     Un niño que está más de diez minutos castigado en un mismo lugar, deja de pensar, olvida incluso porque fue castigado, lo que hizo.
     Lo que para ti ,como adulto, es un pequeño rato, para el niño es un largo rato. Castigar a un niño una y otra vez supone a veces poner una etiqueta a un niño que no la necesita. Las "etiquetas" no las necesitamos nadie, pero un niño menos, ya que éste está formándose la imagen de sí mismo, está definiendo su forma de pensar sobre él, de emocionarse, de relacionarse... No le ayudará verse una y otra vez en un rincón donde van los.... ¿malos?
      No existen "niños malos" y no debemos dejar a nuestros hijos ó alumnos que así los definan, existen niños/as inquietos, algo más traviesos, alterados por algo... pero debemos intentar no juzgar, así ellos tampoco lo harán.
       Hace tiempo que me fui dando cuenta que castigar a los niños llevaba a estar resaltando día tras día que "fulanito" era ó dejaba de ser, lo cual no era bueno para el niño. En ese rincón suelen ir siempre los mismos, pero además al niño no le servía de nada, al contrario, cada vez se sentía peor. En casa sucede lo mismo, el hermano más castigado se mete en ese papel y no solo él se ve así, sino que los hermanos comienzan a tener esa imagen de él.
       Podemos cambiar el camino y preguntarnos ¿por qué se comporta así? ¿por qué llama la atención? El primer paso es escucharles más y quererles mucho con nuestro tiempo y atención. El niño es muy sencillo y a la vez muy complejo, a veces son llamadas de atención por y para algo, desajustes, falta de atención, excesos de..niveles altos de exigencias, estrés... pero la mayoría de las causas son externas a ellos, por lo tanto los adultos tenemos mucho que hacer.
       Pero...¿Cuál es el problema?.... Es más fácil lanzar la responsabilidad al niño que plantearnos como adultos, padres ó docentes ¿qué puedo estar haciendo yo para que se comporte así? ¿Qué podría hacer para que estuviese mejor? ¿ En qué podría ayudarle sin necesidad de castigarle?
      Es un gran artículo de la página de Crianza Natural, en la que explica porque no sirve de nada el castigo y a que nos lleva.

"Cuantos más castigos recibe una persona, más enfadada se sentirá, peor se comportará… Y más castigos recibirá. Es un ejemplo de círculo vicioso del que sólo se podrá salir cambiando los castigos por el buen trato."
http://www.crianzanatural.com/art/art161.html